El nombre de esta técnica innovadora responde a las siglas “Eyes Movement Desensitization and Reprocessing” (Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares) y es de gran eficacia para el tratamiento de los problemas emocionales causados por episodios traumáticos o experiencias difíciles vivenciadas por las personas.
EMDR está ampliamente validado por la comunidad científica y considerado como tratamiento de primera elección en el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) según la APA (Asociación Americana de Psiquiatría), ya que facilita el acceso y reprocesamiento de memorias traumáticas hacia una resolución más adaptativa, aliviando el sufrimiento emocional, reformulando las creencias negativas y reduciendo la activación fisiológica.
El EMDR es un enfoque integrador que combina elementos teórico-clínicos de orientaciones tales como el psicoanálisis y la cognitivo-conductual, entre otras. Es un abordaje centrado en el paciente, lo cual significa que el terapeuta estimula los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto. Las metas de este enfoque, en palabras de su creadora, Francine Shapiro, serían:
- Reducción de síntomas negativos.
- Cambio de creencias incapacitantes.
- La posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.
El significado de la palabra TRAUMA, de origen griego, es HERIDA. Y una herida psicológica puede ser provocada no solamente por problemas originados por grandes desastres, como guerras, accidentes, abusos, etc. También existen traumas, cuyo origen está relacionado con hechos de aparente menor relevancia, como desprotección, negligencia en el cuidado, humillación, cambio de roles en la familia, etc. Estas experiencias pueden pertenecer al pasado, pero nos siguen afectando en la actualidad, ya que nos han creado creencias falsas, autolimitantes o incluso destructivas de nosotros mismos y del mundo.
Es utilizado también con éxito en el tratamiento de:
- Depresión
- Ansiedad
- Ataques de pánico
- Trastornos alimentarios
- Adicciones