Son muchas las causas por las que habitualmente se precisa de una terapia sexual eficaz:
- Falta de deseo sexual
- Dificultad para conseguir o mantener una erección (Disfunción Eréctil)
- Eyaculación Precoz
- Dificultad para tener un orgasmo
- Dolor durante el acto sexual o incapacidad para tener sexo con penetración
- Miedo o Aversión al sexo (bloqueos emocionales)
- Agresiones o Abusos sexuales
- Falta de Habilidades Sexuales
- Desinterés sexual o Problemas derivados de la monotonía de la pareja
- Adicción al sexo
- Disforia de género
- Parafilias
La terapia puede estar orientada sólo a la persona que presenta la dificultad, o bien tratarse en pareja; y es fundamental, para un correcto tratamiento, distinguir entre causas orgánicas y psicológicas, éstas últimas más habituales a causa del miedo, culpa, vergüenza, traumas, mala comunicación con la pareja…
Se trabajará desde un enfoque integrativo: cognición-emoción-conducta, analizando cuáles son los factores que han dado origen al problema y cuáles están colaborando en su mantenimiento. La intervención se completa con cierta “reeducación sexual” para ayudar a desenmascarar viejas creencias, mitos y prejuicios que puedan estar impidiéndonos disfrutar de una sexualidad plena.