Una de las causas más comunes en los problemas de pareja son las formas incorrectas de comunicación, que con el tiempo pueden derivar en agresividad, recelo, resentimiento… generando distancia entre ambos miembros. Otras veces, la relación se deteriora porque se establecen luchas de poder y competencia, porque no se acepta al otro tal cual es y se intenta cambiarlo a toda costa, o simplemente, porque se instala en la comodidad de la rutina y la pasión se va diluyendo por falta de cuidado. A menudo, las relaciones de pareja fracasan porque insisten en desvalorizar al otro y en reprocharle sus fallos.
Por otro lado, la PAREJA es el campo abonado ideal para dar rienda suelta a nuestra neurosis; en él ponemos a prueba todas nuestras capacidades de interacción, de empatía, paciencia, confianza… y también donde vertemos nuestros miedos, inseguridades, dolores… Creemos que hemos elegido libremente a nuestra media naranja, sin embargo, hemos estado condicionados en esta elección por todos los acontecimientos que han sucedido en nuestra vida, y muy especialmente, por nuestras figuras de apego y nuestra relación con ellos.
A veces no sólo basta con quererse, sobre todo si tenemos formas muy diferentes de sentir y entender el mundo. Es necesario también cultivar habilidades como la escucha, la atención, la tolerancia, la flexibilidad y el respeto por las necesidades del otro, sin perder de vista las propias. Un balance no siempre fácil de mantener.
En la TERAPIA DE PAREJA buscamos siempre restablecer el equilibrio perdido y ver qué aspectos de la relación son los más dañados. Aprendemos a trabajar en equipo, colaborando en favor del bienestar del otro y del propio, en beneficio de ambos.
En ANAGRAM te ofrecemos la alternativa de hacer Terapia de Pareja con “Coterapeuta”: una pareja de psicólogos, hombre y mujer, que aúnan la energía masculina y femenina que se mueve dentro de una pareja, tanto heterosexual como homosexual. Un doble punto de vista apoyado en un trabajo coordinado. Se trata de una modalidad en expansión por los buenos resultados que está arrojando la investigación al tratarse de una estrategia muy útil para salvaguardar la independencia del rol terapéutico frente al riesgo de triangulación (ser absorbido y confundido por la dinámica relacional de la pareja), y porque a su vez, ayuda a que surja un proceso de “modelaje”: la calidad de la relación entre los terapeutas aporta un modelo del que se puede aprender por observación directa, ¿y qué mejor que abordar una dinámica de pareja entre pacientes que desde otra dinámica de pareja entre terapeutas?